La Guardería Forestal necesita una urgente elevación de su nivel profesional y de su situación sociolaboral
Por
La necesidad de proteger nuestro Patrimonio Natural no es un problema exclusivo de nuestro tiempo, hace siglos que nuestros gobernantes idearon, entre otras medidas, la creación de colectivos encargados de velar por su conservación.
Ya en el año 1677, reinando Carlos II, se dicto una Real Ordenanza disponiendo: “La vigilancia de las masas arbóreas y los animales salvajes que las habitasen por todas las autoridades de la monarquía a quienes correspondiesen”.
Fernando VI, dicta otra ordenanza en el año 1748, que en su art. 25 nombra a los “Guardas de Campo y Monte con ese titulo, o el de Celadores, ordenándoles que prendan, denuncien a los taladores, causantes de incendios, introductores de ganados en plantíos procurando que dichos guardas sean hombres de buena opinión, fama y costumbres”.
Días después, con un decreto nombra a otras personas que “actúen hacia el mismo fin, usando de un saber ganado con el estudio que les permita hacer o mandar lo más concerniente; y en cuanto a los guardas de campo y monte les ordena, que actúen conjuntamente con aquellas personas de mas sabiduría poniendo en su cometido, la reciedumbre de sus cuerpos, la aversión al soborno o la malicia, y el largo conocimiento de los montes que tutelan”.
En el párrafo anterior, encontramos definidos dos de los colectivos básicos que actualmente siguen vigentes en materia de Conservación de
El rey Carlos III, el 19 de abril de 1762 sanciona una Real Orden, por la que se crea la compañía de Fusileros Guardabosques Reales.
Su hijo Carlos IV, a finales del siglo XVIII, promueve un premio sobre el tema: “¿Cuáles son los obstáculos que impiden y atrasan en la actualidad la prosperidad de los montes y plantíos de España?”. El ganador del concurso llegó a la siguiente conclusión “Urge la necesidad del establecimiento de una vigilancia tutelada por el Estado con especial atención a los incendios y entradas de ganado a las repoblaciones jóvenes”.
En el año 1866, siendo reina Isabel II ejercían acción vigilante en los montes.
Alfonso XII en el año 1876, cesa todas las guardarías y deja corno vigilantes de monte únicamente a
En 1907, se hace especialmente preciso un cuerpo que se ocupe de los montes, en su vigilancia y otras misiones incompatibles con el carácter de
Durante la 2.ª Republica, en el año 1935, se crea el Patrimonio Forestal del Estado, que es reformado en el ano 1941.
Gobernando el General Franco y dependiendo de
En el año 1971, se crea el Instituto Nacional para
Nuestro actual Rey, Juan Carlos I, en el año 1978, firma el Real Decreto nº 609/1978, por el cual la denominación de Guarda Forestal queda sustituida por la de Agente Forestal.
El día 6 de diciembre de ese mismo año es ratificada por Referéndum la nueva Constitución, que recoge en su titulo VIII el Estado de las Autonomías.
Es en el año 1985, cuando cada Autonomía tiene su Guardería Forestal propia; al quedar finalizado el proceso de transferencias de competencias en materia de Conservación de
Durante el periodo histórico que acabamos de resumir, comprobamos que existía una preocupación por impedir los atentados ecológicos; la formación y evolución de las sucesivas Guarderías Forestales, unido al esfuerzo legislativo realizado así lo demuestran. El por qué del progresivo deterioro de nuestra naturaleza, habría que buscarlo en múltiples causas, algunas de las que consideramos más importantes son:
- La dificultad de ejercer una vigilancia exhaustiva en extensas demarcaciones territoriales.
- La necesidad que tenia la población eminentemente rural de utilizar los recursos naturales para su subsistencia, que degeneraría en muchos casos en abuso y codicia.
- Escasa dotación de recursos económicos, tanto para tener personal suficiente, como para dotar a éste de los medios necesarios.
- Excesiva burocratización y mala organización, en una profesión cuya actividad se realiza en el campo.
- La idiosincrasia de los españoles.
Circunstancias éstas que no han variado en lo esencial en la época actual.
A principios de siglo, se hace necesario dotar de mayor funcionalidad y eficacia al servicio de
Con el asentamiento de los forestales en estas viviendas. se consiguió:
- Mayor agilización y capacidad de recorrer más terreno en menos tiempo.
- Más dedicación y tiempo de trabajo. El forestal estaba las 24 horas en el monte, pues habitaba en él.
- Posibilidad de vivir múltiples experiencias que dotaron al forestal de un gran conocimiento de los montes que tutelaba, y de todos aquellos acontecimientos que en ellos se daban.
- Una gran independencia. Al vivir solo, o a lo sumo en compañía de la familia de otro compañero, las situaciones de amiguismo o compensación de favores, serían mínimas y situarían al profesional en una posición de fortaleza a la hora de sancionar todas aquellas infracciones que descubriese.
La casa forestal, medida que benefició la protección de nuestros montes, acarreó como secuela directa un modo de vida, que desprofesionalizó al Guarda Forestal, con la peculiaridad del aislamiento, que le trajo como consecuencia una serie de marginaciones (sociales, culturales, sanitarias, profesionales, etc.), y todo tipo de dificultades para su existencia.
- Marginación social. Al faltar oportunidades de tener trato con la gente por habitar y trabajar en un medio despoblado. De los encuentros que tenían en el monte, la mayoría eran para reconvenir y sancionar las infracciones, lo que dificultó la sociabilidad, principio básico del ser humano, y fomento la taciturnidad y recelo en el forestal.
- Marginación cultural. El habitar en la casa forestal, y la consiguiente marginación social, imposibilitó el desarrollo cultural del forestal, además de enfrentarte a la impotencia de dotar a sus hijos de una escolarización suficiente.
- Marginación sanitaria. Condicionada como las anteriores por el medio y la soledad. Imaginemos la frustración y sufrimiento de unas familias que en caso de enfermedad o accidente, debían trasladarse en caballería si la tenían, al pueblo más cercano que tuviese médico, recorriendo varios kilómetros por malos y escabrosos caminos de montaña, con las consiguientes inclemencias meteorológicas, además de abandonar por un tiempo indeterminado aparte de la familia, cuando el enfermo fuese un progenitor.
- Marginación profesional. El ser un cuerpo disgregado con demarcaciones territoriales muy extensas, impidió tener contactos habituales entre los miembros de
La obligación de residir en casas forestales, ha durado hasta mediados de la década de los años sesenta, e incluso actualmente, continúan utilizándose como residencia permanente, aunque lógicamente con otros condicionamientos.
Definición y funciones de
Reseñamos algunos artículos del Reglamento de
Art. 45: “Todos los miembros del Cuerpo de
Art. 46: “Los Guardas, como agentes la autoridad y como miembros de la policía judicial, tienen el deber de intervenir en todos los hechos justiciables.”
Las funciones del Agente Forestal, se encuentran reguladas por el Reglamento anteriormente citado y el Real Decreto por el que se concreta y desarrollan determinadas funciones del Cuerpo de
Estas se pueden resumir del siguiente modo:
a) El Reglamento de 1966, en su art. 1º, que son misión principal de
El art. 49 establece que los Guardas vigilarán constantemente el monte o m montes que constituyan sus cuarteles, zona o comarca, guardando los linderos exteriores e interiores, vigilando la ejecución de aprovechamientos y mejoras que se realicen, haciendo efectivos los acotamientos y denunciando toda clase de daños, abusos e infracciones que sorprendieran, no solamente en los montes sometidos a su custodia día, sino también en cualquier otro en que se encontraren.
b) El Real Decreto de 24 de septiembre de 1982, dispone en su art. 1º, que sin perjuicio de las funciones establecidas en el Reglamento de 1966, les corresponderán misiones de atención, policía y vigilancia los parques nacionales, reservas de interés científico, parques naturales de interés nacional, reservas nacionales de caza y parques naturales cuando sean administrados directamente por el I.C.O.N.A
En el art. 2º se establece que el Cuerpo de
La disposición transitoria 1.ª establece que se asumirá al menos transitoriamente, la vigilancia, custodia y policía de las vías pecuarias e igualmente y con el mismo carácter desempeñará aquellas misiones que puedan encomendársele en relación con la conservación de los recursos naturales y otras tareas de colaboración del Ministerio de Pesca y Alimentación, o de otros departamentos y organismos; ejemplo de esto último es el convenio que suscribieron, el día 9 de abril de 1982, el Director General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas y el Director de ICONA por el cual,
Evolución de las funciones de
Durante la primera década del presente siglo se potencia la labor de custodia y policía de los montes, de
Con la reforma del año 1941 del Patrimonio Forestal, se contratan por este organismo, los encargados forestales, que posteriormente obtienen el reconocimiento de Guardería Forestal del Patrimonio, dependiente de las Divisiones Hidrológicas y asumiendo todas las funciones de
Anteriormente,
De la magnitud de éstas, da idea el Secretariado de
Como consecuencia del avance tecnológico, la apertura de pistas forestales, que en ocasiones enlazaron pueblos aislados y los empleos creados por las repoblaciones, se anuló a mediados de la década de los sesenta, la obligación que pesaba sobre
Coincidiendo casi en el tiempo con el nacimiento del Instituto Nacional para
Durante el periodo 1973-1982, en España ardieron casi dos millones de Hectáreas de bosques y terrenos desarbolados.
Durante estos años, y sin menoscabo de sus otras múltiples funciones, los incendios forestales van a someter al colectivo de Agentes Forestales a un intenso (
Peligrosidad y penosidad de una profesión
Dos circunstancias unidas a las funciones de
Penosidad: Al ejercer la profesión generalmente en sistemas montañosos, subiendo y bajando laderas accidentadas, vadeando ríos, recorriendo grandes distancias y soportando frecuentemente, todo tipo de inclemencias meteorológicas.
Es obvio, que estos profesionales deberían estar equipados satisfactoriamente, pues bien, el uniforme asignado es el mismo que casi todos hemos utilizado durante el servicio militar, con la única diferencia del color; éste consta de chaqueta cruzada con corbata y pantalón, botas (en algunos casos de suela lisa) y un chubasquero normal. Uniforme insuficiente y poco funcional, que además se confecciona cada dos o tres años, o que obliga al forestal a realizar el servicio, en ciertas ocasiones con prendas no reglamentarias o vestidos totalmente de paisano.
Para la lucha contra los incendios, se utiliza un cinturón portador de útiles como: guantes, mascarilla, cantimplora, etc.; los agentes forestales, colectivo básico en esta lucha, únicamente están dotados de cinturón.
El medio de locomoción oficial para realizar la labor profesional, tanto en verano como en invierno es la motocicleta, sólo se utilizan coches y Land-Rover excepcionalmente.
Peligrosidad: La heterogeneidad de cometidos de
- Los incendios forestales, causante de muertes todos los años además de quemaduras y traumatismos por el humo llamas, terrenos accidentados, y las masas de agua que vierten los hidroaviones en ocasiones, sobre el personal terrestre encargado de apagarlos.
- El furtivismo, arraigado profundamente en ciertos individuos, que han provocado la muerte de algún forestal; facilitado por ser éste el único cuerpo en que cada uno de sus miembros facilita el servicio en solitario, normalmente a pie o en motocicleta, con emisoras que funcionan únicamente en la época de peligro de incendio y con un rifle anticuado y sin munición.
- Accidentes al utilizar la motocicleta, que independientemente de la gravedad de éstos, postergan al accidentado a confiar en su suerte y arreglárselas como pueda, hasta que alguien pueda auxiliarle.
- Las agresiones físicas y verbales, frecuentes al recriminar o sancionar las infracciones estipuladas en las leyes de Montes, Caza, Pesca, Incendios forestales, etc.; debido al carácter y la falta de educación e información de algunos ciudadanos, que se creen con el derecho de practicar la más completa anarquía en el medio natural, y no reconocen al Agente Forestal como autoridad en ese medio.
- Los relacionados al fiscalizar los trabajos selvícolas, por realizarse éstos en terrenos dificultosos, con maquinaria pesada, motosierras, etc.; los derivados de la lucha contra las plagas, al combatirse éstas con productos tóxicos o con escopetas, como en el caso de la procesionaria; los riesgos al controlar cacerías y monterías autorizadas; los encuentros con animales que en ocasiones resultan peligrosos, víboras, escorpiones, avisperos, enjambres, etc.; menos frecuentemente lobos y osos; y por último, situaciones a las que el forestal está especialmente expuesto, como son: rayos, desprendimientos, avalanchas, etc.
Estos riesgos, cuando se traducen en accidentes, ocasionan bajas en la familia forestal o en el mejor de los casos imposibilita a alguno de sus miembros a realizar funciones de campo, relegándoles a destinos administrativos o a su jubilación, por incapacidad laboral.
Algunos son susceptibles de disminuirse o erradicarse, pero parece ser, que la tecnología moderna y los nuevos métodos de trabajo, están de más para
El vehículo del forestal
La labor profesional de
Considerando que el vehículo oficialmente asignado para realizar el servicio, es la motocicleta que no se dan cursillos de su manejo y adiestramiento; que no se facilita el material imprescindible para su correcto uso (casco, gafas, guantes, etc.); que regularmente se tienen que utilizar otros instrumentos para el buen desarrollo del trabajo (emisoras, prismáticos, rifle, mapas, etc.), sin maletas ni compartimentos especiales; que únicamente están dotadas del seguro obligatorio; por último, que el servicio se hace individualmente, el forestal, además de las molestias e incomodidades, sufre la preocupación y el temor constante al accidente y al desamparo.
La mayoría de los Agentes Forestales están destinados en pueblos de montaña. No es necesario residir habitualmente en ellos, para comprobar que los elementos climatológicos (lluvia, granizo, nieve, frío, hielo, viento, niebla) son muy rigurosos y permanentes.
¿Cómo se realiza la misión encomendada con lo anteriormente expuesto?
a) Normalmente, para realizar el servicio en invierno, el correspondiente cupo de gasolina se utiliza en el automóvil particular, con lo que se obliga al forestal a cometer una irregularidad, además de perjudicarle, ya que si bien, el carburante no le grava, no ocurre igual con las averías del coche y su desgaste, éste último muy acelerado por las peculiaridades del terreno donde ha de circular.
b) Cuando el tiempo es más crudo, muchas de las zonas quedan desprotegidas, por imposibilidad material de atenderlas, no así para los furtivos, que bien equipados y con Land-Rover, pueden acceder a zonas donde a pie o en motocicleta es imposible ejercer la labor policial.
c) En las ocasiones en que se utiliza la moto, se prescinde de algunos útiles que entorpecen el transporte (prismáticos, emisoras, arma), pero que posteriormente y según las circunstancias, pueden ser necesarios.
d) El tiempo de trabajo se acorta necesariamente, pues cuando se está mojado o aterido de frío, se anhela el regreso a casa o a un lugar protegido.
e) Se piensa mucho los pros y los contras a la hora de vigilar ciertos lugares, cuando:
1) Hay señales relacionales de cambio de tiempo, hay que tratar por todos los medios de no quedar aislado.
2) En el momento de abandonar la motocicleta y seguir haciendo el servicio a pie por la posible desaparición de ésta o alguna de sus piezas.
3) La posible avería de la máquina, tengamos presente que en estos casos hay que optar por el abandono de la misma o su arrastre a un lugar seguro.
4) La poca autonomía del vehículo, depósito de gasolina pequeño y falta de gasolineras en pleno monte e incluso en muchos pueblos.
Resumiendo: el invierno suele durar seis meses en los pueblos de montaña, amplias zonas quedan desprotegidas de la necesaria atención y vigilancia, los rendimientos de trabajo bajan considerablemente. El Agente Forestal, además de pasar frío mojarse y tener accidentes, sufre regularmente gripes y enfriamientos que le obligan a estar de baja. Los furtivos y conciudadanos de estas poblaciones. que conocen perfectamente la problemática del forestal, se aprovechan de estas circunstancias.
El Instituto Nacional para
Al asumir ICONA la responsabilidad de
El ICONA forma su propia guardería con la fusión de los forestales del Patrimonio y los del Servicio de Caza y Pesca Continental quedando en calidad de agregados los miembros de
Situación aún vigente y no comprendida por la amplia mayoría de los forestales, que se preguntan el porqué de la dejadez y los problemas administrativos pueden perpetuar semejante injusticia, causante entre otras cosas de una profunda división en la familia forestal, que si no ha afectado al normal desarrollo de la actividad laboral se ha debido, únicamente a la gran profesionalidad y amor propio de la ya centenaria Guardería Forestal del Estado.
Pero si hasta el momento la marginación afecta sólo a una parte de
Esta despreocupación ha ocasionado a los forestales un grave atraso profesional, social y económico, que seguidamente pretendemos desarrollar.
Necesidad de cursillos de formación
Aspectos profesionales:
La profesión de Agente Forestal tiene múltiples, variadas y complejas funciones que requieren amplios conocimientos técnicos, jurídicos, ecológicos. psicológicos, etc., y exigen por tanto a sus miembros una especial preparación que hay que revisar constantemente, con reciclajes y cursos de formación.
Al comenzar la década de los 80, el ICONA aprueba una normativa por la que exigiría el titulo de Capataz Forestal como condición indispensable para el ingreso en
Posteriormente (ver Decreto publicado 30 de octubre de 1982) ICONA se propuso organizar e impartir cursos de especialización al colectivo forestal, pero en las escasas ocasiones que se llevó a la práctica el citado decreto, se hizo con un criterio un tanto irracional e incompleto dos o tres forestales de cada servicio provincial eran enviados a la provincia elegida para realizar un curso determinado: plagas, incendios, etc., éstos además de los gastos y trastornos de desplazamiento que ocasionaban, no tenían la suficiente continuidad, por lo que eran muy pocos los forestales que accedían a ellos.
Muchos de los acontecimientos forestales están basados en experiencias personales, más ricas y variadas cuanto más tiempo se esté en contacto con el medio natural. Los miembros más veteranos de nuestra Guardería Forestal poseen una sabiduría al respecto extraordinaria, que se pierde sin transmitir a las nuevas generaciones, por el modo de ejercer la profesión, individualmente y sin posibilidad de intercambios frecuentes.
Los conocimientos también son susceptibles de incrementarse y complementarse con guías, monografías, folletos, hojas informativas, etc. El ICONA, que comenzó emitiendo algunas publicaciones fue espaciando estos envíos hasta casi su total desaparición.
La labor forestal además de conocimientos requiere medios técnicos para realizarla adecuadamente. La dotación que de estos hace ICONA a sus forestales, se basan casi exclusivamente en las motocicletas y emisoras.
Las motos aparte de otros problemas, se adquieren sin estudios ni pruebas previas sobre el terreno en que han de realizar el servicio, y sin el consejo de su futuro usuario; por tanto, se compran motos de carretera para transitar por el monte o de motocross cuando lo conveniente, serían las de trial.
Las emisoras son inoperantes en algunas ocasiones por la falta de una suficiente red enlace de repetidores, y otras, por la insuficiencia de pilas.
Otros útiles, como prismáticos, vehículos tipo Land-Rover, equipos especiales contra incendios, etc., que darían mayor seguridad y eficacia a
El buen desarrollo de la actividad forestal requiere mucha información y que ésta se transmita con rapidez. No olvidemos lo distanciados que se encuentran los forestales de los centros de poder de donde emana la información, la imposibilidad de que ésta se transmita de unos a otros, por las características tan reiteradas en el presente trabajo, como son la individualidad y el aislamiento impuestos por las demarcaciones territoriales extensas y residir en algunos pueblos donde no se recibe ni el BOE.
¿De qué sirve modificar las leyes de Montes, Caza, Pesca, Incendios, etc. si estos cambios no son conocidos por aquéllos que han de controlar que éstas se cumplan?
ICONA fracasa estrepitosamente en lo referente a dotar de información a su colectivo de campo.
La mayoría de los forestales no han recibido nunca oficialmente las listas de especies protegidas, ni las de aquellas especies que sucesivamente se van sumando a dichas listas. De los periodos de veda y sus sucesivas modificaciones. en ocasiones han sido informados por los propios cazadores y pescadores o por los medios de información.
Como capataces de trabajos, y por tanto responsables directos de los trabajadores de las brigadas, apenas han sido informados de la normativa laboral que regula los derechos y obligaciones de aquéllos que tienen a su cargo.
Frecuentemente ha sido y es, el hecho de que los forestales sean recriminados por los diferentes usuarios del medio natural o por sus trabajadores, al considerarse éstos perjudicados por alguna actitud derivada de la incompleta, caduca o carente información del forestal, que ha ido fomentando progresivamente en algunos miembros del colectivo, la desconfianza y la duda, circunstancias peligrosas si se adueñan del espíritu de un profesional.
Difícilmente se mantendrá la moral alta de un colectivo profesional, si su propio organismo no demuestra un cierto interés por su problemática, además de someter a sus miembros a frecuentes arbitrariedades e injusticias.
Los agentes forestales necesitan un nuevo reglamento que sea homogéneo en todas las Comunidades Autónomas.
Anteriormente. los ascensos a las diferentes categorías profesionales del cuerpo de
Los cambios de destino voluntarios u obligatorios, las gratificaciones, dietas, ascensos, etc., sin un orden de prioridades ni controles adecuados, generalmente han servido más para discriminar, castigar o beneficiar a individuos que para recompensar conocimientos, antigüedad, gastos y dedicación al realizar los servicios.
Un ejemplo de o anterior son los forestales tales que prestan sus servicios en oficinas realizando una misión de apoyo a sus compañeros de campo, o haciendo trabajos administrativos; estos se han encontrado sin las recompensas de los forestales de monte: ascensos, gratificaciones, etc., y sin las compensaciones de sus otros compañeros administrativos, por pertenecer a un cuerpo diferente y no ser viable la equiparación.
Otros forestales tratados arbitrariamente son los encargados de viveros, piscifactorías, granjas cinegéticas, almacenes de material, etc., que en ocasiones y por falta de presupuesto para contratar personal, se han visto obligados a realiza trabajos de peonaje, sin ser estas funciones propias de ellos.
Aspectos sociales
Heredados de las casas forestales, el ICONA somete a
Sistema, que como ya ocurrió con las casas forestales, acarrea el aislamiento social, cultural, etc. del forestal y su familia, y además en el tiempo presente atenta contra toda ordenanza laboral vigente.
Hasta el año 1978,
Los forestales pertenecen a un cuerpo de la administración del Estado español, que en el año 1985 efectúa un servicio de 24 horas al día, no poseen más que un día laborable de descanso semanal (52 días libres al año), y no disfrutan los festivos ni las vacaciones en verano.
Una jornada laboral tan atípica, que impide tener un horario prefijado y el no poder abandonar la población asignada, imposibilita la realización y formación suficiente del forestal como persona. Los forestales generalmente prestan sus servicios en poblaciones pequeñas, que normalmente carecen de personal cualificado, centros culturales, actividades variadas e instalaciones.
Al coincidir necesariamente el único día libre a la semana con uno laboral, precisamente cuando todos trabajan, favorece el aislamiento y la soledad del forestal, ya de por si muy acentuadas por las características de su trabajo, problemática que se agrava si tiene hijos en edad escolar o cuando su mujer trabaja. al no poder realizar actividades en plan familiar.
No poder disfrutar los festivos ni las vacaciones en verano rompe frecuentemente la necesaria relación y convivencia familiar y social.
En algunas ocasiones, estas anticuadas y ridículas condiciones de trabajo, provocan en el forestal la renuncia al disfrute de su día libre, e incluso de sus vacaciones anuales, claro está sin la correspondiente remuneración económica.
Aspectos económicos
Un colectivo profesional con múltiples e importantes funciones, diversas responsabilidades, dedicación plena, penosidad y peligrosidad contrastadas y un sistema de trabajo tan peculiar y discriminatorio, ha de soportar además de estar mal pagado, adelantar frecuentemente dinero propio (teléfono, gasolina, material, etc.) en beneficio del servicio y que en ocasiones lo pierde, o es recuperado con mucho retraso.
Cualquier legislación de conservación de
Detallarnos un cuadro comparativo de las retribuciones que las diversas categorías del Cuerpo de
Los totales son en bruto, sin sustraer las retenciones del IRPF, Seguridad Social y Mutualidad.
Cuando se reconoció la dedicación exclusiva para
A las retribuciones de los forestales, solamente se suma una gratificación con carácter general: la de incendios, que sólo es percibida por los Agentes que prestan sus servicios en los montes, y que por los cuatro meses de la época de incendios del año 1984, percibieron entre 16.000 y 20.000 pesetas en el mes de marzo del año 1985.
Por el exceso de jornada, imposibilidad de tornar vacaciones en periodo estival, no disfrutar los festivos, etc., los forestales o reciben ningún tipo de compensación económica ni de tiempo libre; cuando otros cuerpos de las diversas administraciones con carácter especial como
El cuerpo de Bomberos de
Otro ejemplo es el cuerpo de Policía Municipal de Madrid, que obtiene un compensación económica por festivos o domingos trabajados, descansando su miembros al menos dos domingos al mes, además de recibir un cupo de vacaciones extra por este motivo.
Frecuentemente, los forestales se ven obligados a comer o estar toda una noche en el monte cuando tienen trabajos con la brigada lejos del núcleo urbano, o cuando han de quedarse con el retén apagando un incendio o vigilando que éste no se reavive si ya ha sido extinguido. En éstos y otros casos no se perciben nunca dietas ni pluses.
Los aspectos sociales y económicos han obligado a algunos forestales por su dureza, a solicitar la baja en el servicio activo o la excedencia. para posteriormente buscar otro trabajo o solicitar el reingreso en la escala de personal laboral o de conductores.